por Garbiñe Sáez Molinuevo
LA semana pasada se realizó un juicio político o moral sobre mi persona escudándose en una inexistente ilegalidad o incumplimiento del sistema legal establecido para la compra de viviendas de protección oficial bajo el régimen de promoción privada. Se trasladó a la sociedad, utilizando una acusación velada, la posible ilegitimidad de mis actuaciones. Utilizando para ello la cifra de un salario que no responde ni al bruto ni al neto del sueldo de los parlamentarios. Me ha entristecido, sin duda, la opinión y el juicio gratuito que la sociedad ha hecho, no ya sobre el sistema que en todo sentido entiendo injusto, sino sobre mi persona.